Desde la época que Federico pasara en Montparnasse (1924-1934 )
Había desarrollado un gusto muy especial por el grabado al buril
Con los años y con los recursos necesarios se va acercando a el uso de metales preciosos como la plata y el oro, entre 1946 y 47 desarrollo una gran obra por encargo titulada “Letanía Lauretana” todos estos fino grabados que comprenderían una rica carpeta de temas de la Letanía fueron grabados en palca de plata , para ello Cantú desidia que todas estas magnificas placas fueran incluidas en los reclinatorios de la iglesia de la Purísima en Monterrey , todas estas finas placas fueron recortadas y adheridas a las balaustras de la purísima, con los años Federico fue recreando algunos de estos pasajes en diferentes versiones
Los cuatro buriles presentados son muestra de esta desarrollo
Coleccion de Arte Cantú Y de Teresa